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El impacto económico del Covid-19 reduce los ingresos del club azulgrana

El agujero económico que deja Bartomeu en el Barcelona: 97 millones de déficit y 488 de deuda

Josep María Bartomeu no sólo dejará una enorme fractura social y una complicada situación deportiva en el Barcelona tras el Messigate, sino que también obligará a su sucesor a heredar una complicadísima situación económica. Las consecuencias económicas del Covid-19 provocarán que el club azulgrana presente unas pérdidas de 97 millones de euros en el ejercicio económico 2019-20, además de una deuda total que roza los 500 millones.

«El impacto de la Covid-19 hace que tengamos 200 millones menos de ingresos, hace que haya unas pérdidas de 97 y no los 11 millones de beneficios presupuestados», anunció este lunes el vicepresidente económico y patrimonial del Barcelona, Jordi Moix, en rueda de prensa.

Sin los efectos económicos causados por el coronavirus, el Barcelona estima que habría un beneficio limpio de 2 millones de euros el pasado curso, en contra de los 97 millones de pérdidas que han auditado. «Sin esta pandemia, el ejercicio se cerraría en positivo», justificó Moix.

Pero estos números, de 97 millones de pérdidas en el curso financiero 2019/20, son los que deberán someterse a la aprobación de los socios compromisarios en la Asamblea General Ordinaria convocada para el próximo 25 de octubre.

La ingeniería financiera de Bartomeu

«Intentamos potenciar los ingresos que sí se pueden controlar, adaptar gastos a las circunstancias y, en el balance y acreedores, alargar los plazos de vencimiento para reconducir las circunstancias de la pandemia. Las Plagas de Egipto no son causa nuestra», opinó en referencia a la pandemia.

El Barcelona ha cerrado el ejercicio con unos ingresos de 855 millones de euros, 204 millones por debajo de los 1.059 millones fijados en el presupuesto. Una baja que el club atribuye a varios efectos de la pandemia, como los 47 millones de euros ingresados de menos en el Camp Nou, o 35 millones de menos en cuanto a ingresos de las tiendas.

Para hacer frente a estos ingresos menores, el club intentó controlar los gastos, rebajados en 74 millones de euros en el curso 19/20. Sin coronavirus, estaba previsto gastar 1.029 millones y finalmente se gastaron 955 millones de euros, un 7 por ciento menos.

En esta reducción de gastos destaca el ERTO que hizo el club durante el confinamiento (35 millones de euros(-5%) ahorrados) así como por la bajada de los variables para la no consecución de la Liga y por el traspaso de las variables de clasificación a cuartos de final de la ‘Champions’ en la temporada 2020/21.

Moix aseguró que el ejercicio contable, sin haber sufrido los efectos de la pandemia, habría resultado en 2 millones de euros de beneficios, en lugar de los actuales 97 millones de euros en pérdidas.

La deuda neta a 30 de junio de 2020 es de 488 millones de euros, pero el patrimonio neto del club sigue siendo positivo, con un saldo de 35 millones de euros pese a las pérdidas de esta última temporada.

El presupuesto para 2021

En cuanto al presupuesto de la temporada actual, la 2020/21, las cifras no se cerrarán hasta el cierre del mercado de fichajes pero Moix hizo un adelanto, con unas cifras estimadas de 791 millones de euros de ingresos ordinarios previstos, 64 millones menos de los ingresados en este último curso.

El ejercicio de esta temporada prevé una caída de ingresos de 199 millones de euros respecto al último año sin COVID-19 –la temporada 2018/19–, donde hubo unos ingresos de 990 millones.

Este presupuesto estimado de 791 millones de euros de ingresos se basa en una serie de hipótesis, como por ejemplo que el Camp Nou pueda abrir al público en diciembre con un 25 por ciento del aforo o que pueda producirse una recuperación progresiva hasta alcanzar el 100 por cien en febrero.

«En las maduras toca hacer frente a esta situación, el impacto fuerte es este año y afecta a todo el club. Las medidas se deben tomar ya y quiero ver el vaso medio lleno. Hay elementos para adecuar gastos, el objetivo es plantear un presupuesto equilibrado. Es una situación delicada, pero hay cosas a poner en valor que ayudarían a cuadrar las cuentas», opinó Moix.